28 septiembre 2006

CONAN (1ª Parte)

"Cabellos negros, mirada hosca, espada en mano; hombre de grandes alegrías y grandes tristezas"

Conan el bárbaro, el hombre más legendario de la era Hyboria, nació en un campo de batalla nevado y barrido por el viento en la tenebrosa Cimmeria, mientras su padre, un herrero, y los hombres de su tribu hacían retroceder a una horda de sanguinarios invasores procedentes de Vanaheim. Como todos los niños cimmerios, Conan fue adiestrado para la guerra desde que nació, pero a diferencia de sus compañeros poseía una destreza con las armas y una fortaleza física mayores que el hombre más aguerrido de su raza. A los quince años – después de un rito de iniciación en los yermos cimmerios donde el muchacho fue seducido por Ursla, la sacerdotisa de los osos – los adultos de la tribu permitieron que Conan los acompañase a Venarium, donde los feroces cimmerios pronto destruyeron un baluarte aquilonio. Conan, que ya medía un metro ochenta de estatura y pesaba casi noventa kilos de músculos – y que aún no había terminado de crecer – fue el primero en franquear las murallas.

Después de la batalla de Venarium, que lo convirtió en un héroe de su tribu, se unió a una banda de aesires que hacían incursiones en Vanaheim. Poco después sería capturado, primero por los vanires y luego por los hyperbóreos. Pero con una voluntad férrea y rabiosamente decidido, el joven Conan pronto escapóy empezó a recorrer el mundo hybório. A los dieciocho años visitó Zamora, donde subió a la Torre Mágica del Elefante, en Arenjún, y donde más tarde conoció a Jenna, una bella pero taimada prostituta de Shadizar. Desde Zamora viajó por los alrededores, dirigiéndose finalmente hacia el este, a Turán, donde entró en la Guerra del Tarim Viviente y se encontró con la hyrkania Red Sonja por primera vez.

Después de una aventura en las selvas del sur, Conan se alistó de nuevo en el ejército turanio y fue enviado a Khitai en una misión diplomática. A su regreso dejó el ejército y volvió a Zamora, donde se encontró otra vez con Red Sonja. Tras ser abandonado por ella, Conan efectuó una de sus raras visitas a Cimmeria, pero enseguida se aburrió y se marchó hacia el sur una vez más, uniéndose a los mercenarios de la Compañía Escarlata que mandaba el capitán Murilo. Sus correrías lo llevaron a Argos, de donde tuvo que huir en barco tras un tropiezo con la ley. Su embarcación, sin embargo, fue capturada en el océano Occidental por los Corsarios Negros de Bêlit, la mujer pirata.

Bêlit y Conan se enamoraron y navegaron juntos por la Costa Negra como saqueadores y amantes durante varios años. Fue en esa época cuando Conan adquirió el sobrenombre de “Amra, el León”. Pero después de tres años de amor y aventuras, un monstruo mató a Bêlit en las selvas de Kush, y Conan se quedó solo y abatido.

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